En el mundo del comercio electrónico y el marketing digital, dos términos que a menudo se utilizan de manera intercambiable pero que presentan diferencias significativas son el “marketplace” y el “e-commerce”.
Es clave para quienes trabajamos en ventas entender que, aunque ambos cumplen una función similar, su funcionamiento, estructura y estrategias son muy diferentes. En este artículo, te contamos las principales distinciones para que puedas desarrollar tu estrategia de marketing y ventas.
En primer lugar, definimos cada uno de los términos para que puedas comprender de qué se trata cada herramienta.
Por un lado, un marketplace es una plataforma virtual que reúne a múltiples comerciantes en un solo lugar, permitiéndoles publicar y vender sus productos o servicios. Algunos ejemplos pueden ser Amazon, Ebay o Mercado Libre. En este caso, los vendedores operan de manera independiente, pero la plataforma les proporciona el diseño, la visibilidad y, por ende, los compradores.
Por otra parte, el término “e-commerce”, refiere a una tienda en línea única que vende productos o servicios directamente al cliente. Es decir, en este caso el negocio propietario de la plataforma es el único vendedor y es responsable de la gestión de todo el proceso, desde el catálogo de productos hasta la entrega y el servicio al cliente.
1. Propiedad y Control
En un marketplace, el espacio es propiedad de un tercero independiente, y los vendedores están comprometidos a operar dentro de sus reglas y políticas, pudiendo desligarse de ciertas responsabilidades, pero sin poder controlar la experiencia del cliente.
En cambio, en una tienda online, la empresa tiene el control total de su plataforma, marca y experiencia del cliente, corriendo con la ventaja de poder personalizar la tienda en línea según sus necesidades y preferencias.
2. Variedad de Productos
Mientras que los marketplaces suelen ofrecer una amplia variedad de productos de diferentes vendedores y categorías, en un e-commerce la oferta está limitada a lo que el propio negocio pueda ofrecer. Es decir, en un caso los clientes pueden scrollear entre numerosas opciones y rubros, mientras que en el otro el límite es lo que la tienda tenga a la venta.
3. Logística y Envío
Los marketplaces suelen ofrecer opciones de envío variadas a través terceros (empresas dedicadas propiamente a transportar), lo que puede afectar la velocidad y la calidad del envío. En el caso de los e-commerce, la empresa es responsable de gestionar su propia logística, pudiendo darle mayor seguimiento a la experiencia.
4. Competencia
En el e-commerce la competencia no se da de manera “visible”, por lo que el negocio puede tener mayor control sobre la fijación de precios y estrategias de marketing.
Distinto funciona en el caso de los marketplace, ya que los vendedores compiten de manera directa en una misma plataforma. Esto puede derivar en una intensa competencia de precios y visibilidad.
5. Comisiones y Tarifas
Los marketplaces a menudo cobran comisiones a los vendedores por cada venta realizada a través de la plataforma, lo que puede reducir los márgenes de beneficio.
En el caso del e-commerce, el negocio no paga comisiones por ventas a terceros, lo que puede aumentar la ganancia. Sin embargo es importante en este punto remarcar que algunos e-commerce funcionan por medio de una plataforma paga que les brinda diseño y programación (tiendanube, empretienda o tiendup por ejemplo), por lo que aún ahorrando en las comisiones por venta, existen gastos fijos que se deben contemplar.
6. Marca y Lealtad del Cliente
En el caso de los marketplace, la lealtad del cliente tiende a estar más vinculada a la plataforma que a los vendedores, mientras que en el e-commerce es posible construir una identidad de marca y fomentar la lealtad directa con el negocio.
7. Escalabilidad y Crecimiento
En último lugar, pero no menos importante, es necesario pensar en las posibilidades de visibilidad y crecimiento.
En este punto, los marketplace juegan con ventaja por funcionar como vidriera para los vendedores. A través de estas plataformas, los negocios pueden aprovechar una audiencia y tráfico ya existente para crecer, sin necesidad de generar visibilidad desde cero.
Aquellas empresas que deciden utilizar un e-commerce, suelen invertir adicionalmente en marketing y publicidad para lograr notoriedad y proyección.
Habiendo comprendido las ventajas y desventajas de cada opción podemos concluir en que la elección entre un marketplace y un e-commerce dependerá de los objetivos y recursos de tu negocio. Los marketplaces ofrecen acceso a una audiencia establecida y pueden ser una opción eficaz para llegar a mucho público de manera más rápida. Por otro lado, el e-commerce ofrece un mayor control, flexibilidad y margen de beneficio, pero a su vez implica una mayor responsabilidad en la gestión de la plataforma y la marca.
La clave radica en comprender las diferencias entre ambos modelos y tomar decisiones estratégicas que estén en línea con tus objetivos empresariales. En última instancia, algunos negocios optan por utilizar ambos enfoques de manera complementaria para aprovechar al máximo las oportunidades en línea.